La Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) se promulgó hace ya casi 22 años, el 30 de julio de 1987, y desde entonces el transporte regular de viajeros por carretera de ámbito nacional sólo es controlado por un pequeño grupo de empresas, fundamentalmente debido a la poca competencia efectiva que hay a la hora de adjudicar las concesiones.
Por los criterios de adjudicación utilizados por la Dirección General de Transportes por Carretera (DGTC) del Ministerio de Fomento en los primeros concursos convocados para la renovación de las concesiones y sus nulos resultados para mejorar precios y fomentar la concurrencia, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha aconsejado en un amplio informe adoptar medidas que buscan incrementar la competencia, lo que mejoraría la calidad y la oferta del servicio. Este estudio demuestra que las concesiones administrativas constituyen monopolios temporales, con una duración que por ley oscila entre 6 y 15 años.
Los últimos concursos de concesiones resueltas reflejan claramente las críticas que ha expuesto la CNC, por lo que el bloque de concesiones concursado durante septiembre y octubre de 2007 y adjudicado en noviembre de 2008, en el que se adjudicaban nueve rutas, dos de ellas de gran importancia,  demuestra que siempre que el concesionario saliente se ha presentado al concurso ha sido el adjudicatario, aportando escasas mejoras a las prestaciones ya ofrecidas al quedar el servicio en las mismas manos.
Tras ese bloque de concesiones la DGTC, sin hacer caso de las recomendaciones de la CNC, concursó en octubre de 2008 otras cuatro concesiones en las que nuevamente el numero de licitantes fue mínimo, el número máximo de solicitantes fue de  cuatro en la concesión de titularidad de la empresa La Requenense, que comunica Albacete, Puertollano y Valencia. Estos concursos se encuentran pendientes de adjudicación.
Por último, en enero de 2009 la DGTC ha concursado la concesión Santander-Bilbao-La Manga, concesión que sólo ha despertado el interés de cinco empresas, según los datos oficiales, aunque es una ruta muy rentable, con beneficios superiores al 30% sobre facturación.
Es curiosos que pese a la rentabilidad de algunas concesiones sea tan baja la participación de empresas. Según detallan fuentes del sector, en la ruta Zafra-Barcelona, con una rentabilidad superior al 15% sobre facturación, acudieron tres licitadores, aunque finalmente sólo dos fueron admitidos. Un caso similar es el de la ruta Ferrol-Algeciras, que obtiene un beneficio anual estimado de 1.700.000 euros, lo que supone una rentabilidad de más del 50% y a cuyo concurso sólo se han presentado cinco empresas, y lo mismo ha ocurrido con la concesión Santander-Bilbao-La Manga, con otros cinco solicintantes.
La CNC recuerda que en los concursos de estas mismas concesiones celebrados en los años 90 era normal que se presentasen una media de 30 ofertas, lo que contrasta con los datos actuales.
Además aunque los márgenes los pliegos de los concursos son elevados,  limitan estrictamente la posibilidad de recortar tarifas por parte de los ofertantes, lo que contribuye a mantener los precios actuales.
Hasta este momento el número de grupos relevantes que se han presentado a los concursos es muy limitado y reiterativo: Alsa-National Express, Avanza y Globalia. Otros como Transmonbus, el primero de capital español, muy activo en compras de empresas, sólo se ha presentado en dos de las cinco ocasiones en que se han licitado concesiones relevantes.