A partir de enero del año que viene, se introducirá el pago de un peaje por el uso de gran parte de la red de carreteras nacionales, unos 13 céntimos de euro por kilómetro de media. Esta tasa supone que atravesar el país suponga un coste de 200 euros, que se añade a la tasa alemana y a la Euroviñeta.

Según refleja el periódico Expansion.com:

«A esto, además, se suma el peaje que mantiene Alemania desde 2009 y la nueva tasa adicional para vehículos extranjeros que el país germano introducirá en 2015. Este peaje costará 20 euros al mes, pero tiene una diferencia con el anterior gravamen: se aplica sólo a los extranjeros. Las tasas de Francia en cambio, se aplican a todos los vehículos de más de 3,5 toneladas, pero los franceses las podrían repercutir en sus facturas. Por ello, las patronales de transportistas señalan que ambas serían discriminatorias y plantean recurrirlas.»

Teniendo en cuenta todas estas tasas, cruzar Francia y Alemania podría costar unos 460 euros, para un trayecto de ida y vuelta, con la consiguiente elevación del precio de venta de los productos, estimado en un incremento del 10%.

Fuente: Expansion.com