El cumplimiento de los límites de velocidad es un pilar esencial para reducir la siniestralidad en las carreteras, según destacó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su visita al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la Dirección General de Tráfico (DGT), ubicado en Santovenia de la Valdoncina, León.

Grande-Marlaska subrayó que la velocidad inadecuada es responsable del 21 % de los accidentes mortales en España y está estrechamente vinculada a las salidas de la vía, que representan el 42 % de los siniestros con víctimas. Estos datos reflejan la importancia de las medidas de control, como el uso de radares, para prevenir tragedias en las carreteras.

El ministro recordó que en 2025 se cumplirán 20 años desde la implementación del primer plan de radares fijos en España, un sistema que ha contribuido a reducir en un 75 % el número de víctimas mortales desde entonces. Además, anunció la instalación de 122 nuevos radares en el país a lo largo del año, de los cuales 17 dispositivos fijos y 7 de tramo ya entraron en funcionamiento el pasado 21 de enero. «Los radares salvan vidas», afirmó, insistiendo en el impacto positivo de estas herramientas en la seguridad vial.

Durante su recorrido por las instalaciones, Grande-Marlaska destacó la labor del personal del centro, calificándola como «extraordinaria y eficaz». Señaló que este centro es un referente internacional en la incorporación de nuevas tecnologías para la gestión de denuncias, lo que ha permitido aumentar la eficiencia, reducir los tiempos de tramitación y garantizar una mayor fiabilidad jurídica.

El ministro estuvo acompañado por el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen; la subsecretaria de Interior, Susana Crisóstomo; y la directora general de Política Interior, Carmen López.

Compromiso con la seguridad vial
El compromiso del Ministerio del Interior con la seguridad vial se reafirma con estas iniciativas, que no solo buscan sancionar, sino también concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar las normas de tráfico. La reducción de accidentes y el número de víctimas demuestra que, con esfuerzo conjunto y tecnología, es posible salvar vidas en las carreteras.

Este enfoque integral de prevención y control refuerza el objetivo de convertir las carreteras españolas en espacios más seguros para todos los usuarios.