La Fundación RACC ha propuesto eliminar o reducir los peajes en la autopista AP-7 a los vehículos pesados entre Maçanet de la Selva y la frontera francesa para disminuir el volumen de camiones en la N-II.

Según los cálculos de la Fundación, la liberación total de los peajes para los camiones supondría un coste de 15 millones al año, lo que estiman que provocaría que un 60% de los vehículos pesados que circulan en estos momentos por la N-II, debido a la crisis, lo harían por la autopista, lo que a su vez reduciría la alta siniestralidad de la N-II, en la que entre el 40 y el 75% de los accidentes graves y mortales que se producen tienen a vehículos pesados involucrados.

Miquel Nadal, director de la Fundación RACC, ha recordado que entre enero y mediados de noviembre ha habido 15 muertos y ocho heridos graves en accidentes en la N-II, mientras que en la AP-7 a su paso por Girona ha habido dos muertos y un herido grave. «Estamos ante un problema que se repite, que es previsible, y que, por tanto, debe tener una solución; es evitable si se toman algunas medidas bastante elementales»

Según los datos del RACC, la probabilidad media de tener un accidente circulando por los tramos no desdoblados de la N-II es cinco veces superior que en la AP-7, debido a la capacidad, entre dos y tres veces superior en la autopista, y al estado de la vía, «muy deficiente» en la nacional.