El año 2012 no ha empezado bien para los transportistas porque el nuevo año se ha estrenado con una subida de la fiscalidad del gasóleo que consumen los transportistas.

La subida de 2,8 céntimos del impuesto por litro de gasóleo es consecuencia de la aplicación de la Directiva europea sobre fiscalidad de los carburantes, Directiva europea 2003/96, lo que permitira que se recauden solo en nuestro país unos 250 millones de euros anuales.

Esta medida repercutirá a más de 45000 empresas que se dedican al transporte por carretera, tanto de mercancías como de viajeros que dejarán de recibir la devolución del gasóleo profesional, y se equipara la fiscalidad en el consumo del carburante entre transportistas y conductores particulares.

Con este incremento de la fiscalidad que grava a los carburantes se pretende comprensar la emisión de CO2 que generan.

De nada ha servido que la Unión Europea de Transportista (UETR), que agrupa a las principales organizaciones de transportista de la Unión Europea haya presionando a los Estados miembros partidarios de abolir el carburante profesional para que modifiquen su postura y esta normativa no siguiera adelante.

Sin duda esta subida de 2,8 céntimos por litro de gasóleo es un duro mazazo para las empresas dedicadas al transporte por carretera.