No es la primera vez que transladamos la inquietud de quienes se dedican al transporte de viajeros por carretera que piensan que Renfe hace peligrar a las empresas que se dedican a este transporte.

El Ministerio de Fomento tiene un contrato suscrito con Renfe desde el 2006 hasta el 2010 que hará que la ferroviaria se ingrese 2600 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado en concepto de déficit de explotación, se trata según el Gobierno de compensarle por mantener trayectos poco rentables económicamente, pero necesarios para los ciudadanos para poder desplazarse.

El problema surge porque esta subvención pública convive con una política de tarifas muy agresiva, en la que, la mayoría de los billetes que finalmente se venden disfrutan de algún tipo de descuento, motivo por el que las organizaciones de transporte en autobús denuncian competencia desleal por parte de la ferroviaria.

La Junta Directiva de Fenebús, patronal que agrupa las principales compañías de transporte en autobús, ha decido elevar esta cuestión, que consideran discriminatoria, a los órganos europeos de competencia para que sean esos órganos quienes determinen si esas ayudas a Renfe son legales o no, además en el documento que los transportistas presentarán en Bruselas se denuncia la aplicación de precios por debejo de coste aprovechando las ayudas qie recibe del Estado.

Alfonso Caravaca, presidente de Fenebús, senaló en la reunión de la Junta Directiva «Tenemos la obligación de luchar contra esta competencia desleal por parte de Renfe», y «La compañía ferroviaria recibe cada año 500 millones de euros que utiliza en paliar unos déficits generados porque no se trasladan los precios a las tarifas».

Según Fenebús, mientras la caída media de pasajeros en las líneas regulares fue del 15%, en los trayectos que coinciden con la alta velocidad ésta ha superado el 30%.