El pasado martes, 19 de julio, la Comisión Europea ha propuesto nuevas reglas sobre el tacógrafo, obligatorio desde el 2006, que tienen como objetivo ahorrar más de 500 millones anuales a las empresas de transporte.

Los tacógrafos son aparatos que sirven para medir, entre otros aspectos, el recorrido y la velocidad de los vehículos, y con la reforma propuesta por la CE se aprovecharían mejor las novedades tecnológicas, lo que ayudaría reducir las cargas administrativas y los fraudes.

La idea es sustituir los actuales tacógrafos analógicos por tacógrafos digitales, la obligación de instalar este tipo de tacógrafos comenzaría en el año 2017, aunque los vehículos que ya tengan un tacógrado analógico instalado no están obligados a sustituirlo, y además también se quiere flexibilizar su uso. Los tacógrafos digitales incluirán también un sistema de comunicación remota que permitirá reducir los controles en carretera.

Entre las ventajas que pueden ofrecer los tacógrafos digitales se encuentra que facilita el trabajo a los transportistas ya que su utilización es más sencilla, permite localizar los vehículos por satélite y facilita el control por parte de las empresas de la cadena logística.

También se pretenden aumentar los requisitos y los controles a las empresas que se dedican a la instalación y calibración de este tipo de dispositivos para evitar posibles fraudes.

Sim Kallas, comisario de Tranporte, ha defendido esta medida argumentando que «Esta propuesta no sólo es muy importante para mantener la confianza en el tacógrafo digital sino que también constituye un paso significativo para introducir una unidad inteligente e integrada en los camiones que contribuya a mejorar la eficacia del sistema de transporte de la UE».

Esta propuesta de la CE todavía tiene que ser debatida y aprobada en el Parlamento Europeo y por los gobiernos de cada país, así que aún tendremos que esperar para ver si la propuesta sigue adelante y a partir del 2017 los camiones se equipan con tacógrafos digitales.