Últimamente los transportistas españoles están teniendo problemas para circular por las carreteras portuguesa por el acoso al que les está sometiendo la Policía de Portugal.

Desde hace unas semanas la Policía portuguesa «para» a los transportistas españoles para pedirles la «Guía de circulación» un documento cuya obligatoriedad «no se ha publicitado» y que sólo se expide en Portugal, y que en caso de no poseerlo puede ocasionar multas de hasta 330.000 euros y la inmovilización del vehículo.

Según ha explicado Juan Antonio Millán, el secretario general de la Federación Nacional de Transportistas (Fenadismer), se ha detectado que «cada vez es mayor» la asiduidad con la que se pide a transportistas y conductores de vehículos de empresas de menos de 3.500 kilos este documento. Una práctica que aunque es general en todo el país, se está produciendo con mayor incidencia en la zona de el Algarve, según ha comprobado Fenadismer tras la información que le hizo llegar la Asociación de Transportistas Onubenses (ATO).

El requerimiento de este documento lo realiza la Policía portuguesa en base a la Ley 22/2007 y en caso de que el conductor no lo lleve se procede a la inmovilización de su vehículo que sólo podrá retirar previo pago de sanciones que van desde los 380 euros para un trabajador autónomo a los 550 euros para pymes, pero que en los casos más graves podrían alcanzar incluso los 330.000 euros.